En la mitología griega,
Éurito era un príncipe de
Élide, hijo del rey
Augías. Defendió a su padre contra los ataques de
Heracles, que quería vengarse por no haber cumplido Augías la promesa de entregarle la décima parte de su ganado si lograba limpiarle los establos en un solo día. Heracles logró reclutar todo un ejército entre los pueblos del
Peloponeso para derrotar a Augías, pero Éurito, y sobre todo los dos generales y hermanos denominados los
moliones, consiguieron frenar sus ataques y lograr numerosas bajas en sus filas, como la de
Ificles, el hermano mellizo del mismo Heracles. Tardó éste más de tres años en cumplir sus amenazas y, al no poder matar a los generales eleos en combate, acudió a un festival que presidían en honor a
Poseidón (los
Juegos Ístmicos) y, cerca de la ciudad de
Cleonas, tendió una emboscada en la que murieron tanto Éurito como los Moliones.