Las expresiones
a priori (en
latín: previo a) y
a posteriori (en
latín: posterior a) se utilizan para distinguir entre dos tipos de conocimiento: el conocimiento
a priori es aquel que, en algún sentido importante, es independiente de la experiencia; mientras que el conocimiento
a posteriori es aquel que, en algún sentido importante, depende de la experiencia.