La
batalla del Somme de
1916 fue una de las más largas y sangrientas de la
Primera Guerra Mundial, con más de un millón de bajas entre ambos bandos. Las fuerzas
británicas y
francesas intentaron romper las líneas
alemanas a lo largo de un frente de cuarenta kilómetros al norte y al sur del
río Somme, en el norte de Francia. El principal propósito de la batalla era distraer a las tropas germanas de la
batalla de Verdún; sin embargo, las bajas de la batalla del Somme terminaron siendo superiores a las de esta última.