Originalmente una diosa
frigia,
Cibeles (en
griego antiguo Κυβέλη
Kybélê, nombre al que a veces se da la etimología de «la del pelo» si se considera griego en lugar de frigio) era la diosa de la
Madre Tierra que fue adorada en
Anatolia desde el
neolítico. Como la
Gea o su equivalente
minoica Rea, Cibeles era la personificación de la fértil tierra, una diosa de las cavernas y las montañas, murallas y fortalezas, de la Naturaleza y los animales (especialmente leones y
abejas). Su equivalente
romana era
Magna Mater, la Gran Madre o
Idæa mater («Madre del
Ida»). Su título «Señora de los Animales», que también ostentaba la
Diosa Madre minoica, revela sus arcaicas raíces paleolíticas. Es una
deidad de vida, muerte y resurrección. Su consorte, cuyo culto fue introducido más tarde, era
Atis. Se trata de una de las principales diosas de las antiguas culturas del
Oriente Próximo. En la mitología griega también es conocida como Δαμία (Damia).