América fue encontrada en una expedición comandada por
Cristóbal Colón al servicio de la
Corona Española en el
12 de octubre de 1492. La conquista española de los territorios americanos abarcó
El Caribe,
Centroamérica,
Sudamérica y, en
Norteamérica, territorios del Oeste hasta
Alaska y todo el Sur-Este. De esta forma,
Florida,
Alabama,
Misisipi,
Texas,
Nuevo México,
California,
Oregón,
Washington y
Alaska estaban en manos de
España dentro del
Virreinato de Nueva España. En Alaska la ocupación se limitaría a algunas factorías comerciales que, posteriormente, serían abandonadas.