El
Concilio de Basilea se inició en
Basilea en
1431, desde donde se trasladó a
Ferrara en
1438 y al año siguiente a
Florencia donde finalizaría en
1445. Entre tanto, el Concilio se mantuvo reunido y rebelde al papa en la ciudad de Basilea, llegando a deponer a
Eugenio IV y a elegir al antipapa
Félix V.