La
Constitución de Weimar fue una
constitución de
Alemania sancionada el
11 de noviembre de
1919, que estableció una
república federal con nueve estados y la elección de un
presidente por votación popular, el cual a su vez tenía la facultad de elegir al
canciller para que formara un gobierno. El presidente podía disolver el gabinete y
vetar las leyes del
poder legislativo. Además, con el fin de mantener el orden y la seguridad pública, el presidente podía suspender las libertades públicas y obligar a los estados federados, por la fuerza llegado el caso, a cumplir con sus obligaciones.