En
epistemología y
semántica, un
constructo,
objeto conceptual u
objeto ideal es la
clase de equivalencia de procesos cerebrales. Designen un constructo, el conjunto de los procesos cerebrales, y y dos procesos cerebrales, entonces
- .
En otras palabras, "si nos abstraemos de la ideación, que es un proceso concreto del
cerebro, y también de la
comunicación, que es un proceso físico y social concreto, obtenemos constructos:
conceptos (en particular, predicados),
proposiciones y cuerpos de proposiciones, por ejemplo,
teorías". Las
ciencias formales (la
matemática y la
semántica filosófica) estudian los constructos y sus propiedades conceptuales como si fueran autónomos, pero sin suponer necesariamente que existen realmente, que es el postulado fundamental del
idealismo. Algunos símbolos
designan constructos (pues existen símbolos que no designan ningún constructo, como '4/0'). Algunos constructos se refieren a
cosas (pues existen constructos que no se refieren a ninguna cosa, como ), pero, a diferencia de ellas, los constructos no pueden cambiar. Algunos constructos representan hechos de cosas (pues existen constructos que no representan ningún hecho, como el
autovector en la
mecánica cuántica). Algunos constructos son lógicamente verdaderos (pues existen constructos lógicamente falsos, como ). Algunos constructos son matemáticamente verdaderos (pues existen constructos matemáticamente falsos, como en la teoría de conjuntos). Algunos constructos son fácticamente verdaderos o parcialmente verdaderos (pues existen constructos fácticamente falsos o parcialmente falsos, como Los planetas se mueven circularmente). Finalmente, algunos constructos no son ni falsos ni verdaderos, como los conceptos, las definiciones y las normas morales.