Control es la aptitud que posee el poder político de dirigir o suprimir el cambio (cambio político) para conseguir la estabilidad política. Tiene principalmente tres dimensiones:
Una dimensión "negativa" (control negativo): impedir que se produzcan las posibilidades que no corresonden al fin deseado, a la vista de los métodos deseados.
Una dimensión "positiva" (contro positivo): favorecer y promover las posibilidades que sí corresponden al fin deseado mediante los métodos deseados.