Se denomina
estocástico (del latín
stochasticus, que a su vez procede del griego στοχαστικός, "hábil en conjeturar") al sistema cuyo comportamiento es intrínsecamente no determinista. Un
proceso estocástico es aquel cuyo comportamiento es no
determinista, en la medida que el subsiguiente estado del sistema está determinado tanto por las acciones predecibles del proceso como por elementos aleatorios. No obstante, de acuerdo con M. Kac y E. Nelson, cualquier desarrollo temporal (sea determinista o esencialmente probabilístico) que pueda ser analizable en términos de
probabilidad merece ser denominado como un
proceso estocástico.