Un
experimento mental es un recurso de la imaginación empleado para investigar la naturaleza de las cosas. En su sentido más amplio es el empleo de un
escenario hipotético que nos ayude a comprender cierto razonamiento o algún aspecto de la realidad. Existe una gran diversidad de experimentos mentales, sin embargo todos emplean una
metodología racional independiente de consideraciones
empíricas, en el sentido de que no se procede por
observación o experimentación física (otra forma de realizar la misma distinción sería entre lo
a priori y lo
a posteriori). Famosos ejemplos de experimentos mentales son el
demonio de Maxwell y el
gato de Schrödinger.