Se conoce como
Exposiciones impresionistas a las ocho
exposiciones organizadas por los
pintores del llamado
grupo impresionista en
París, entre los años
1874 y
1886, en que dieron a conocer sus trabajos, al margen del
Salón oficial controlado por la
Academia de Bellas Artes francesa. Las exposiciones de los impresionistas supusieron un paso fundamental en la independencia del artista moderno con respecto a las instituciones académicas y en la creación de un
mercado privado de arte, dado que por primera vez los pintores, organizados en grupo, exponían sus obras, dándolas a conocer a posibles compradores, con independencia de la Academia de Bellas Artes.