En la
mitología griega Feme u
Osa era la personificación de los rumores, los cotilleos y la fama. Precisamente su equivalente romana sería la diosa
Fama. Se encargaba de extender los rumores y los hechos de los hombres, sin importarle si éstos eran ciertos o no, o eran justos o negativos. Por este motivo no era bien recibida en las tranquilidades del cielo, y al no ser tampoco una criatura infernal, habitaba entre las nubes, provocando desórdenes y malentendidos entre los mortales. En cierto sentido se la consideraba una mensajera de
Zeus.