Florentina fue una abadesa nacida en Cartagena en el siglo VI y que desarrolló su vida religiosa como fundadora de monasterios. Hija de un noble hispanorromano, fue la tercera de cinco hermanos, cuatro de los cuales (entre ellos Florentina) son considerados santos por la Iglesia Católica. Los otros hermanos canonizados son San Isidoro, San Leandro y San Fulgencio. Todos ellos son conocidos como los Cuatro Santos de Cartagena.