La
frontera entre Brasil y Bolivia es un
lindero internacional continuo que delimita los territorios de ambos países colindantes. La línea limítrofe cruza una gran variedad de terreno, desde grandes zonas urbanas hasta desiertos inhóspitos y bosques. Comienza en el
Pantanal y termina en la
selva amazónica. Su longitud total es de 3.423 kilómetros.