La
gastronomía de Francia está considerada como una de las más importantes del mundo. Está caracterizada por su variedad, fruto de la diversidad regional
francesa, tanto cultural como de materias primas, pero también por su refinamiento. Su influencia se deja sentir en casi todas las cocinas del
mundo occidental, que han ido incorporando a sus bases conocimientos técnicos de la cocina francesa. Varios chefs franceses tienen una gran reputación internacional, como es el caso de
Taillevent,
La Varenne,
Carême,
Escoffier,
Ducasse o
Bocuse. Está ahora incluida, junto con la
gastronomía de México, en la lista del
Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, desde el
16 de noviembre de
2010.