La
Gran Peste (1665-1666) fue una epidemia que mató entre 70 000 y 100 000 personas en
Inglaterra, y más de una quinta parte de la población de
Londres. Históricamente, se ha identificado a la enfermedad como la
peste bubónica, una infección causada por la bacteria
Yersinia pestis, transmitida a través de las pulgas de las ratas. La epidemia de 1665-1666 fue similar a la anterior "
Peste negra", un virulento brote de la enfermedad en
Europa entre 1347 y 1353, pero ocurrió en una escala mucho más pequeña, y fue recordada como la "Gran Plaga" debido a que fue uno de los últimos grandes brotes de peste europeos.