Jonathan Wild (c.
1683 –
24 de mayo de
1725) fue quizás el más famoso criminal de Londres, y posiblemente de Gran Bretaña, en el s. XVIII, tanto por sus propias acciones como por la fama que le dieron novelistas, dramaturgos, y satíricos políticos. Inventó un sistema que le permitió dirigir una de las
bandas criminales más exitosas de su época, que consistía en aparecer frente a la opinión pública como uno de los
policías más eficaces del país. Manipuló a la prensa y usó los temores de la población para convertirse en una de las figuras públicas más respetadas de la década de 1720; pero esta admiración se convirtió en aborrecimiento cuando se descubrió su falsedad. Tras su muerte, se convirtió en un símbolo de la
corrupción policial y la
hipocresía.