Liuva I (en gótico: Liuba; ¿?-572) fue rey de los visigodos (568–572), como sucesor de Atanagildo. Hijo de Liuverico, conde en 523 y 526. Consideraba que su hermano Leovigildo era la persona más adecuada para reinar, comparte con él el trono trasaladándose a Septimania para evitar el avance de los francos.