El
Mal Ladrón, llamado
Gestas en los evangelios apócrifos, fue uno de los malhechores que según el
Evangelio de San Lucas fue crucificado al mismo tiempo que
Jesús de Nazaret. Insultó a Jesús y no se arrepintió de sus pecados a diferencia del
Buen Ladrón (San Dimas) que sí lo hizo y obtuvo en recompensa la promesa de ir al paraíso aquel mismo día.