Manrique Pérez de Lara (muerto en
Huete,
9 de julio de
1164), primer
señor de Molina, fue el noble más importante y poderoso de su época.
Regente de
Castilla y jefe de la
casa de Lara, participó activamente en los acontecimientos políticos del reino así como en la epopeya de la
reconquista y repoblación de las tierras bajo el control de los musulmanes. Se enfrentó al rey
Fernando II de León y a los miembros de la
casa de Castro por la custodia del infante
Alfonso, cuando este quedó huérfano en 1158 tras la muerte de su padre
Sancho III, con lo que consiguió evitar que el rey niño —como heredero de la corona castellana— prestara homenaje vasallático al rey leonés.