Las
misiones japonesas a China fueron una serie de misiones
diplomáticas que fueron enviadas en forma intermitente desde
Japón a la corte imperial
china. Toda distinción entre los enviados diplomáticos despachados desde la corte del Japón Imperial o desde cualquiera de los shogunatos japoneses se perdía o era juzgada irrelevante cuando el embajador era recibido en la capital china.