En la mitología griega, las Moiras (en griego antiguo Μοῖραι, ‘repartidoras’) eran las personificaciones del destino. Sus equivalentes en la mitología romana eran las Parcas o Fata, las Laimas en la mitología báltica y en la nórdica las Nornas. Vestidas con túnicas blancas, su número terminó fijándose en tres.