El
motín a bordo del navío
HMS Bounty de la
Marina Real Británica tuvo lugar el
28 de abril de
1789 en medio del
océano Pacífico. Tripulantes insatisfechos, liderados por el ayudante de maestre
Fletcher Christian, tomaron el control de la embarcación de manos de su capitán, el teniente
William Bligh, a quien dejaron a la deriva a bordo de un bote con pocas provisiones junto con otros dieciocho marineros leales. Los amotinados se establecieron en
Tahití o en las
islas Pitcairn, mientras que Bligh conseguía realizar un viaje de más de 6500 km hasta encontrar tierra, comenzando entonces un proceso para que los amotinados comparecieran ante la justicia.