El
Muro o
Muralla de Adriano es una antigua construcción defensiva de la isla de
Britania, levantada entre los años
122-
132 por orden del emperador romano
Adriano para defender el territorio britano sometido, al sur de la muralla, de las belicosas tribus de los
pictos que se extendían más al norte del muro, en lo que llegaría a ser más tarde
Escocia tras la invasión de los
escotos provenientes de
Irlanda. La muralla tenía como función también mantener la estabilidad económica y crear condiciones de paz en la provincia romana de
Britannia al sur del muro, así como marcar físicamente la frontera del
Imperio romano. Hoy día aún subsisten importantes tramos de la muralla, mientras que otras secciones han desaparecido al haber sido reutilizadas sus piedras en construcciones vecinas durante siglos.