Un
objeto es o bien una
cosa o un bien
constructo (pero no las dos simultáneamente). En la ontología filosófica de Bunge todo objeto debe ser o una "cosa" o un "constructo", pero ningún objeto puede ser ambas cosas a la vez. Si designamos la
clase de los objetos, la clase de las cosas, y la clase de los constructos, entonces la cosa o el constructo es llamado el
objeto si y sólo si Todo objeto posee propiedades: las cosas poseen
propiedades sustanciales y los constructos poseen
propiedades conceptuales. La distinción entre cosas y constructos es parte del dualismo metodológico, que no implica al dualismo ontológico a menos que se atribuya existencia real a los constructos (como las ideas platónicas).