Después de la
Anschluss de
Alemania nazi y
Austria en marzo de 1938, el siguiente objetivo del líder nazi
Adolf Hitler era la anexión de
Checoslovaquia. Su pretexto, fueron la supuestas necesidades sufridas por las poblaciones germanas que habitaban las regiones fronterizas con Checoslovaquia en el norte y oeste, conocidas colectivamente como los
Sudetes. La incorporación de los territorios limítrofes Checoslovacos a la Alemania nazi, dejaría al resto del país incapaz de resistir a la posterior ocupación.