El
vino de Oporto (portugués
vinho do Porto), también conocido simplemente como
oporto o como
Port, pertenece al género de
vinos conocido como
vinos fortificados. Estos vinos nacieron en los siglos
XVI y
XVII, como producto de la adición de
aguardiente al vino cuando está en proceso de fermentación. De este modo se consigue la estabilización del vino, logrando un vino que resistía las variantes temperaturas y humedades del largo trayecto marítimo que el comercio de la época imponía.