El
origen del hombre, referido al origen o comienzo de la
especie humana, remite a dos perspectivas muy distintas. Antiguamente y durante la mayor parte de la
historia de la humanidad, la visión
mítica y
religiosa, la
antropogonía, fue la más aceptada —a pesar de no contar con pruebas físicas—, y concibe, en general, el origen del hombre como un acto de voluntad de uno o varios
dioses. Sin embargo, gracias al desarrollo de la
ciencia se produjo un cambio de visión y actualmente el
punto de vista universalmente aceptado es la
visión científica que sitúa a la especie humana como una más en la
evolución biológica de los organismos vivos de la
Tierra, aunque los detalles de este origen y
evolución son sujeto de estudio e investigación constante de las múltiples
disciplinas científicas partícipes.