El
Partido Progresista fue un
partido político liberal español del
siglo XIX. El partido surgió hacia 1835 durante la
Regencia de María Cristina de Borbón entre los liberales "exaltados" que defendían las reformas emprendidas por el gobierno presidido por
Juan Álvarez Mendizábal, pero su nacimiento formal no se produjo hasta junio de 1838. Durante el
reinado efectivo de Isabel II sólo gobernó dos años (el
Bienio Progresista, 1854-1856), bajo la jefatura del
general Espartero, al que le sucedió el
general Prim que lo convirtió en el principal protagonista de la
Revolución de 1868 que puso fin a la Monarquía de Isabel II y que inició el
Sexenio Democrático. Tras el asesinato del general Prim en diciembre de 1870 y durante el
reinado de Amadeo I el partido, que en octubre de 1869 había integrado a los demócratas
"cimbrios" y había cambiado su nombre por el de
Partido Radical, se escindió en dos: un partido más "conservador" encabezado por
Práxedes Mateo Sagasta, que se uniría a principios de 1873 a la
Unión Liberal del
general Serrano para formar el
Partido Constitucional, y otro más "radical" encabezado por
Manuel Ruiz Zorrilla, que junto con los demócratas monárquicos o "
cimbrios" de
Cristino Martos, que provenían del
Partido Democrático surgido de una escisión de 1858 del partido progresista, asumieron plenamente la dirección del
Partido Radical.