En los edificios, se llama pasillo (o también corredor) a los espacios cuya función principal es la circulación, y sirven para comunicar diferentes habitaciones o estancias, o incluso diferentes elementos en una misma estancia. Por su naturaleza, los pasillos suelen tener una dimensión marcadamente más larga, correspondiente con el sentido de la circulación, y una más corta. Cuando la proporción entre largo y ancho no es tan acusada, el pasillo pasa a denominarse "hall", y puede albergar otros usos específicos, habitualmente como zona de espera.