En
geomorfología, un
pedimento es un
glacis de
pendiente muy suave formado sobre una
roca dura por una capa de 1 a 2 metros de
aluviones, de la cual emergen
relieves residuales. Los pedimentos son característicos de climas semiáridos favorables a la disgregación del
granito y otras rocas duras en
partículas suficientemente finas para que puedan ser transportadas por la arroyada difusa. Se forman en torno a relieves residuales que pueden ser montículos redondeados, aunque muchas veces se trata de
montes islas. Una vez formado el pedimento, con una pendiente de hasta 7, los
derrubios finos procedentes del desgaste de las
vertientes de esos relieves son arrastrados por la arroyada hasta el
llano circundante: el pedimento constituye entonces una zona de transporte intermediaria.