La
Primera guerra anglo-afgana se desarrolló entre
1839 y
1842, ante el temor
británico de que la
esfera de influencia rusa se extendiera a las fronteras
indias. El gobernador general de la India,
George Eden, conde de Auckland, le presentó a
Dost Mohammed Khan un ultimátum que solicitaba la expulsión de un delegado ruso en
Kabul. Rechazados los requerimientos británicos, en marzo de
1838 el ejército angloindio de la
Compañía Británica de las Indias Orientales invadió Afganistán, desencadenando la Primera Guerra anglo-afgana. Al no encontrar una oposición efectiva y organizada, los invasores capturaron
Kandahar en abril de 1839 y
Ghazni en julio. Cuando Kabul cayó en agosto, Shuja Shah, nieto de Ahmad Shah, un anterior monarca afgano, se instaló en el trono afgano en lugar de Dost Muhammed, que él mismo entregó a los británicos.