Cada uno de los
profetas del islam predicaba las mismas ideas básicas: la creencia en la
unicidad de Dios o
Alá y el rechazo de la
idolatría y el pecado. Tanto un
nabí como un
rasul es, según los musulmanes, aquél elegido por Dios como profeta. Cada uno vino a predicar el
islam y la venida final del enviado de Dios,
Mahoma, y dirigió su mensaje a un pueblo diferente.