La
regla benedictina es una regla monástica que
Benito de Nursia escribió a principios del
siglo VI destinada a los monjes. Cuando le destinaron al norte de
Italia como
abad de un grupo de monjes, éstos no aceptaron la Regla y además hubo entre ellos un conato de conspiración para envenenarle. Benito se trasladó entonces al monte
Cassino, al noroeste de Mongolos, donde fundó el monasterio que sería conocido más tarde como
Montecassino. Allí le siguieron algunos jóvenes, formando una comunidad que acató y siguió la Regla, conocida por las generaciones futuras como
Regula Sancti Benedicti, de 73 capítulos, algunos añadidos y modificados después por sus seguidores. Esta regla benedictina fue acogida por la mayoría de los monasterios fundados durante la
Edad Media.