La
Ruta de la Seda fue una red de rutas comerciales organizadas a partir del negocio de la seda china desde el siglo I a. C., que se extendía por todo el
continente asiático, conectando a China con Mongolia, el subcontinente indio, Persia, Arabia, Siria, Turquía,
Europa y
África. Sus diversas rutas comenzaban en la ciudad de
Chang'an (actualmente Xi'an) en
China, pasando entre otras por
Karakorum (Mongolia), el
Paso de Khunjerab (China/Pakistán),
Susa (Persia), el
Valle de Fergana (Tayikistán),
Samarcanda (Uzbekistán),
Taxila (Pakistán),
Antioquía en Siria,
Alejandría (Egipto),
Kazán (Rusia) y
Constantinopla (actualmente
Estambul, Turquía) a las puertas de Europa, llegando hasta los reinos hispánicos en el siglo XV, en los confines de Europa y a
Somalia y
Etiopía en África oriental.