Las
Siete maravillas del Mundo, que suelen llamarse
las Siete maravillas o
las Siete maravillas del Mundo Antiguo, fueron un conjunto de obras arquitectónicas y escultóricas que los helenos, especialmente los del
período helenístico, consideraban dignas de ser visitadas. A lo largo del tiempo distintos autores confeccionaron diferentes listados, pero el definitivo no se fijó hasta que el pintor neerlandés
Maerten van Heemskrerck realizó en el siglo XVI siete cuadros representando a la
Gran Pirámide de Guiza construida por los egipcios de la
Cuarta Dinastía, los
Jardines Colgantes de Babilonia encargados por
Nabucodonosor II, El
templo de Artemisa en Éfeso, la
Estatua de Zeus en Olimpia esculpida por
Fidias, la
tumba del sátrapa persa Mausolo en Halicarnaso, el
Coloso de Rodas y el
Faro de Alejandría, erigido por la
dinastía ptolemaica.