Dentro de la
teología católica, y la teología ortodoxa oriental, la doctrina de la
sucesión apostólica mantiene que la
Iglesia católica y la
Iglesia ortodoxa son las sucesoras y herederas espirituales de los
apóstoles. De esta forma, la validez y la autoridad del ministerio ordenado (u orden sagrado) deriva de los apóstoles. Sin embargo, en la gran mayoría de las denominaciones cristianas separadas de Roma (no católicas) esta doctrina es entendida de modo diferente.