Los
tautopónimos son aquellos
topónimos (nombres propios de lugares) que en el propio nombre repiten el accidente geográfico que designan o, en un caso más general, aquellos que muestran cualquier repetición. En puridad, esa repetición debería darse en el mismo idioma aunque dados los escasos ejemplos —como
arroyo Riachuelo— y, por extensión, se acepta que se refiera también al significado de términos tomados de otras lenguas, siendo éste el caso más general (como
desierto del Sahara, ya que «Sahara» viene de la transliteración a idiomas europeos del árabe صحرا, que significa ‘desierto’).