En
álgebra lineal, los
vectores propios,
autovectores o
eigenvectores de un
operador lineal son los vectores no nulos que, cuando son transformados por el operador, dan lugar a un múltiplo escalar de sí mismos, con lo que no cambian su dirección. Este escalar recibe el nombre
valor propio,
autovalor,
valor característico o
eigenvalor. A menudo, una transformación queda completamente determinada por sus vectores propios y valores propios. Un
espacio propio,
autoespacio,
eigenespacio o
subespacio fundamental asociado al valor propio es el
conjunto de vectores propios con un valor propio común.