Práctica en las iglesias
católica-romana y
ortodoxa en la cual algunas personas santas, es decir muy cercanas y entregadas a Dios, ya sea que hayan muerto en gracia o hayan sido llevadas al cielo (como el profeta Elías o Enoc) son reconocidas oficialmente por la Iglesia como santos, posterior a una fuerte investigación de sus milagros y vida. Las imágenes de estos santos son mantenidas en distintas iglesias para mostrar a los fieles como eran para que sigamos su ejemplo de "llevar la vida de Jesús a tu época". Tal práctica es considerada una forma de
idolatría por algunas iglesias protestantes.