Los agramonteses fueron los partidarios del antiguo bando nobiliario de los Agramont. Este linaje aparece por primera vez a comienzos del siglo XII con Sancho VII el Fuerte. Fueron rivales de los beamonteses, llevando tanto unos como otros a la guerra civil de Navarra cuando Juan II de Aragón "el Usurpador" se quedó para sí el trono a la muerte de la reina Blanca I de Navarra en 1441. Juan II, que era rey consorte, debía ceder la corona a su hijo Carlos príncipe de Viana. Los agramonteses apoyaron al aragonés en contra del hijo de la reina. Sin embargo, años después, los beamonteses apoyaron a Fernando el Católico en la conquista de Navarra contra los agramonteses.