La
agrimensura era, antiguamente, la rama de la
topografía destinada a la delimitación de
superficies, a la medición de
áreas y a la rectificación de límites. En la actualidad, la comunidad científica internacional reconoce que es una disciplina autónoma, con estatuto propio y lenguaje específico que estudia los objetos territoriales a toda escala, y que se centra en la fijación de toda clase de límites. De este modo, produce
documentos cartográficos e infraestructura virtual para establecer planos, cartas y mapas, y da publicidad a los límites de la propiedad o gubernamentales. Con el fin de cumplir su objetivo, la agrimensura se nutre de la topografía, la
geometría, la
ingeniería, la
trigonometría, las
matemáticas, la
física, el
derecho, la
geomorfología, la
edafología, la
arquitectura, la
historia, la
computación y la
teledetección.