El
agroecosistema o
ecosistema agrícola puede caracterizarse como un ecosistema sometido por el hombre a continuas modificaciones de sus componentes
bióticos y
abióticos para la producción de alimentos y fibras. Estas modificaciones afectan prácticamente a todos los procesos estudiados por la
ecología, y abarcan desde el comportamiento de los individuos, tanto de la
flora como la
fauna, y la dinámica de las poblaciones hasta la composición de las comunidades y los flujos de materia y energía.