La palabra
anacoreta procede del
latín medieval
anachorēta, y éste del término griego Ανα-χωρέω, que significa 'retirarse'. La definición del término puede tener varios matices, si bien interrelacionados: el de aquél que vive aislado de la comunidad o también para referirse a quienes rehúsan los bienes materiales, y el de alguien que se retira a un lugar solitario para entregarse a la
oración y a la penitencia.