La
autonomía de la voluntad es un concepto procedente de la filosofía
kantiana que va referido a la capacidad del individuo para dictarse sus propias
normas morales. El concepto constituye actualmente un principio básico en el
Derecho privado, que parte de la necesidad de que el
ordenamiento jurídico capacite a los individuos para establecer relaciones jurídicas acorde a su libre
voluntad. Son los propios individuos los que dictan sus propias normas para regular sus relaciones privadas.