El
bajo continuo (del it.:
basso continuo, en ocasiones aparece abreviado
b. c.) es una técnica de composición y ejecución propia y esencial del período barroco, que por ello suele ser denominado
época del bajo continuo. Al emplear esta técnica, el
compositor crea la voz de
bajo pero no especifica el
contrapunto o los
acordes del
ripieno, que deja a cargo del o los intérpretes. El bajo continuo puede contener ‘‘cifras‘‘ para guiar al ejecutante. El bajo continuo es ejecutado por uno o varios instrumentos, típicamente un instrumento
armónico (es decir, capaz de producir acordes o
polifonía) como los instrumentos de teclado (
clavecín,
órgano) u otros como el
arpa y el
laúd, con la voz de bajo simultáneamente a cargo de un instrumento de tesitura grave como el
violoncello,
fagot, la
viola da gamba,
contrabajo y en algunas ocasiones
contrafagot.