En el
Imperio romano, un
castrum (en plural
castra, una
fortaleza) era una fortificación o
campamento militar. Los campamentos del ejército romano siempre fueron edificados conforme a un cierto modelo, de planta rectangular y con dos pasos principales que se cruzaban: el "
Cardo Maximus", que se extendía al norte y al sur, y el "
Decumanus Maximus" al este y al oeste, lo que dividía el campo en cuatro partes iguales. Las avenidas acababan en cuatro portales. El
foro se ubicaba en la intersección del Cardo Maximus y el Decumanus Maximus. El resto de las calles y construcciones se hallaban paralelas a las principales, las cuales formaban un patrón de cuadrícula que se utiliza mucho en las ciudades.