El
clima oceánico se caracteriza por unas temperaturas suaves y abundantes precipitaciones a causa de la proximidad al océano, en las costas occidentales de los continentes. Los inviernos son fríos y los veranos frescos con una
oscilación térmica anual pequeña (10 [°C] de media). Las precipitaciones son abundantes y están bien distribuidas aunque con un máximo invernal.