Copero era un oficial o encargado de alto rango en las
cortes reales, cuya tarea era servir las
bebidas en la mesa. A causa del temor constante a las
conspiraciones e intrigas, esta persona debía ser considerada totalmente digna de
confianza para poder mantener su posición. Debía proteger la
copa del
rey ante el riesgo de
envenenamientos, por lo que se requería, a veces, probar un poco de
vino antes de servirlo.